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Aunque las calificaciones no lo son todo en la vida, tener éxito en la escuela puede aumentar la autoestima de su niña y prepararla para un futuro brillante, lleno de logros y realización personal. Por estas y otras razones, es natural esperar que a su niña le vaya bien en la escuela y sentir un poco de decepción cuando ella este teniendo dificultades.
Pero mientras muchas personas piensan que los niños que obtienen bajas calificaciones no son tan inteligentes o son perezosos, hay muchas razones por las cuales su niña inteligente podría tener calificaciones más bajas de lo que usted esperaría, y no tiene nada que ver con su inteligencia o su falta de ella. Aquí, la Dra. Andrea Bastiani Archibald, psicóloga del desarrollo de Girl Scouts, enumera algunos de los muchos factores que pueden afectar el rendimiento de su hija en el aula, ¡y que usted puede ayudarla a superar!
- Estrés en casa
Si recientemente se mudó de casa, o tuvo una muerte en la familia o algún otro tipo de cambio importante en su vida cotidiana en el hogar, es posible que su hija se sienta molesta o demasiado distraída para enfocarse adecuadamente en el aula. Pregúntele cómo se ha sentido con respecto a cualquier transición importante en el hogar y la familia, y comparta sus sentimientos también. Cuanto más apoyada se sienta su niña, más cómoda se sentirá al venir a usted para hablar sobre lo que está sucediendo. Trabajar juntos durante un tiempo estresante, fuera del horario escolar, puede liberar su mente para que pueda realmente concentrarse durante las horas escolares.
- Falta de sueño
¿Está el horario de su hija siempre tan ocupado que a menudo tiene que quedarse despierta después de su hora de acostarse, para terminar los proyectos y tareas de la escuela? ¿Está enviando mensajes a sus amigos o terminando la novela que ha estado leyendo cuando se supone que debe estar en la cama? Un estudio reciente realizado en la Universidad McGill y el Instituto Universitario de Salud Mental Douglas en Montreal encontró una brecha del 14 por ciento en el rendimiento en matemáticas entre los niños que dormían en cantidades suficientes y los que no podían dormir. El sueño de belleza puede no parecer tan importante, pero cuando lo miras como un sueño de cerebro, ¡su importancia se vuelve clara!
- Desayuno perdido o muy escaso
Numerosos estudios muestran que no desayunar tiene un impacto negativo en la capacidad de un niño para recordar información nueva, y que no es solo si su niña come algo, sino lo que come lo que importa. Los estudiantes que comen avena con fibra y proteínas para el desayuno se desempeñan mejor en las pruebas de memoria que los estudiantes que comen cereales azucarados y con menos de esos nutrientes abundantes. ¡Solo demuestra que no importa cuán ocupada esté la mañana, siempre vale la pena detenerse y comer algo nutritivo antes de salir y comenzar el día!
- Estereotipos de género en torno a determinadas materias académicas
A pesar de los esfuerzos por introducir a las niñas a los emocionantes y gratificantes mundos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), el sentimiento insultante y tremendamente falso de que las niñas simplemente no son "buenas" en matemáticas o ciencias continúa saturando nuestra cultura. Esto podría llevar a que su hija muestre una falta de interés y / o participación en las materias STEM, especialmente si no ve un futuro para las niñas como ella en ese mundo, o incluso que la maestra tenga la tendencia de llamar a los niños más a menudo que las niñas en el aula. Hable con su hija sobre los temas en los que ella este teniendo dificultades y pregúntele por qué le gustan o no le gustan. Una vez que llegue a la raíz del problema, puede comenzar a trabajar en soluciones juntos, como presentarle a mujeres increíbles en los campos de STEM que podrían inspirarla o ayudar a su maestra a comprender que su hija desea participar más en la clase.
- Problemas con la vista
La Asociación Americana de Optometría informa que aproximadamente uno de cada cuatro niños en edad escolar tiene problemas de visión no diagnosticados, lo que puede llevar a un bajo rendimiento en el aula. Y lo crea o no, ¡su niña puede que ni siquiera sepa que de lo que se está perdiendo en el tablero o en la habitación! ¿La lección? ¡Lleve a su hija para que le revisen los ojos! La maestra puede escribir notas en la pizarra hasta el agotamiento, pero si todo se ve borroso para su hija, las posibilidades de que entienda la materia tan bien como sus compañeros son muy pocas.
- Una discapacidad específica de aprendizaje
Aunque su niña tendría que ser evaluada profesionalmente para ser diagnosticada con una discapacidad de aprendizaje, las señales de que podría estar viviendo con una de ellas incluyen (pero no se limitan a) dificultad para leer o escribir, problemas para entender conceptos matemáticos, no poder memorizar información, y problemas con seguir instrucciones. Si le preocupa que su niña pueda tener una discapacidad de aprendizaje, hable con su maestra para que la evalúen. Las personas con discapacidades de aprendizaje a menudo tienen una inteligencia promedio o incluso por encima de la media, pero es posible que deban aprender con métodos un poco diferentes o que necesiten más tiempo en los exámenes tradicionales.
- Bullying o acoso escolar
Una caída repentina en las calificaciones puede ser una señal de que su niña se distrae con los chismes o incluso las amenazas de otro estudiante, y es comprensible que pueda tener problemas para concentrarse si está preocupada por lo que sucederá en el patio de recreo durante el almuerzo. Pregúntele si hay algo en la escuela que la esté molestando o si otro niño está siendo malo con ella específicamente.
- Se avergüenza de pedir ayuda
Si todos sus amigos sobresalen en el tema con el que ella está teniendo dificultades, puede que le resulte difícil admitir que necesita más explicación o tiene preguntas sobre lo que acaba de aprender. Si ese es el caso, ayúdela a comprender que todos tienen diferentes cosas en las que son excelentes y que pedir ayuda es en realidad un signo de fortaleza, no de debilidad. Los líderes empresariales de hoy no llegaron a donde están al sentarse en silencio cuando necesitaban ayuda; en cambio, hicieron todas las preguntas correctas y se aseguraron de saber lo que estaban haciendo. Sugiérale que hable con su maestra después de clase si es demasiado tímida para hacer preguntas frente a otros estudiantes, pero también anímela a que hable durante la clase. ¡Hágale saber que otro estudiante podría tener la misma pregunta y que también se beneficiaría de la respuesta!
- Falta de persistencia
Es posible que se sintiera derrotada por las bajas calificaciones en el primer examen del año y se haya convencido a sí misma de que simplemente "no es buena" en ese tema en particular y que nunca lo será. Si ese es el caso, siéntese y converse con ella sobre un momento en el que usted tuvo que trabajar muy duro para dominar un concepto o mejorar en cierta habilidad (¡todos hemos estado allí!). Saber que algunas cosas no son fáciles, pero que aún pueden llegarse a entender, la inspirará a trabajar un poco más y darle otra oportunidad a la materia con la cual está teniendo dificultades.
- Su maestra y su hija no son compatibles
Mientras es raro que un profesor y un alumno sean simplemente incompatibles, los desajustes de personalidad ocurren de vez en cuando. ¿Se queja su hija de que la maestra le niega las solicitudes de ayuda o la ignora cuando levanta la mano en clase? Si es así, establezca un horario para tener una reunión con el maestro y su hija en la que todos puedan discutir el tema. Si eso no ayuda, considere hablar con la administración para ponerla en una clase diferente. Nuevamente, es muy raro que esto sea necesario, y puede que sea imposible cambiar de maestro, pero vale la pena discutirlo si ha intentado todo lo demás.